Encontrar la belleza en cada aspecto de la imperfección: esta es la gran idea del estilo Wabi Sabi. Superficies de cerámica irregulares, cuerdas tejidas a mano, azulejos quemados... Estos detalles estuvieron tan presentes en Milán como las plantas. Y es evidente por qué es así.
"Reconocer la estética de un objeto en su forma más bruta y natural es muy diferente del diseño APPLE de Jonathan Ivy", señala Harald Klüh, "Wabi sSabi es, por así decirlo, el contrapunto a la fría perfección de la era digital". Hoy en día, casi todo está diseñado por ordenador. El orden binario es omnipresente. Sin embargo, las personas no somos una máquina perfecta. Son nuestras incongruencias, nuestros pequeños errores e imperfecciones laso que nos hacen humanos. Esto también se manifiesta en el diseño que, por cierto, se puede combinar perfectamente con un minimalismo acérrimo.
Wabi Sabi.
Las viejas técnicas de trenzado vuelven a estar muy de moda. Las irregularidades y asimetrías se han convertido en propiedades deseadas que reflejan el carácter tradicional de la artesanía.
En Milán encontramos el Wabi Sabi casi en todas partes. En el diseño de productos, en los accesorios, en el diseño de interiores o en la construcción de los expositores; Harald Klüh cree que se trata de "una combinación inconfundible que aporta naturalidad".
¿Es el estilo Wabi Sabi, por tanto, un desarrollo lógico o el regreso de algo? "Ambas cosas", afirma Harald Klüh: "el enfoque Playful Diversity ofrece una gran oportunidad para combinar los principios de diseño nuevos y tradicionales y crear algo nuevo. Si queremos que la vivienda sea más acogedora, natural y sostenible, la tendencia wWabi sSabi no es una casualidad".
Aportar al desorden natural un orden reproducible: eso es el diseño en el sentido del Wabi Sabi.