En Milán resultó evidente que las vitrinas están volviendo. En forma de interpretaciones modernas y no tanto, para exponer objetos valiosos. Se trata más bien de poner el día a día en escena: de esta forma, los platos o vasos se convierten en elementos de diseño. Sin embargo, quien opte por esta nueva estética transparente debería saber: a partir de ahora, también hay que mantener el orden ahí dentro.
Ocultar las cosas en el armario es cosa del pasado; en la actualidad, este se convierte en una exposición. En parte con estanterías abiertas o vitrinas de cristal; en parte detrás de frentes denominados "seethroughseethrough". "Este tipo de "frentesfachadas" semitransparentes serán cada vez más habituales", opina Harald Klüh, "porque ofrecen protección contra el polvo y la suciedad, pero permiten entrever el interior". Desde chapa perforada hasta cortinas, pasando por láminas hasta vidrio estriado, todas las variantes expuestas tenían el mismo objetivo: utilizar, en lugar de frentes cerrados, pantallas opacas con efecto translúcido que permiten ver tras ellas. Harald Klüh se refiere a esto como "apertura discreta que despierta la curiosidad y pone en escena el contenido del armario de una manera novedosa y visible".
seethrough.
Abierto y, sin embargo, cerrado de alguna manera. La semitransparencia ofrece protección contra la suciedad, sin constituir un cierre opaco. Esto es sugerente y permite que las estancias pequeñas parezcan más grandes.
Cuando se preguntó a los artistas de "wrapping", Christo y Jeanne-Claude, qué efecto esperaban producir al envolver temporalmente el Arco del Triunfo, respondieron:
"Se verá mejor cuando ya no se vea".
Esta misma intención puede haber dado lugar a la ocultación del contenido del armario. El velo de misterio hace que el contenido sea más interesante y visible.
En un vestidor, el mobiliario pasa a un segundo plano. Aquí, el contenido se determina a través de la apariencia. ¿Podría esperarse lo mismo de una cocina?